Mike estaba de mal humor después de haber perdido su trabajo. Para aliviar su depresión, buscó al sacerdote en el pueblo.
Después de escuchar las palabras de Mike, el sacerdote lo llevó a una vieja cabaña con una botella de agua en la única mesa de la habitación.
El sacerdote sonrió y dijo: "Mira esta botella de agua. Ha estado aquí durante mucho tiempo. Casi todos los días cae polvo en ella, pero todavía es clara y transparente. ¿Sabes por qué?"
Mike lo pensó como si quisiera ver a través de la botella de agua. De repente dijo: "Ya veo, todo el polvo se ha asentado en el fondo de la botella de agua".
El sacerdote asintió con la cabeza: "Joven, hay muchas preocupaciones en la vida. Cuanto más quieres olvidar, más difícil es olvidar, mejor es recordarlo. Como esta botella de agua, si te sacudes con disgusto, harás que toda la botella de agua se vuelva incómoda y turbia. Qué tontería hacer. Y si estás dispuesto a dejar que se calmen lenta y tranquilamente, y a acomodarlas con una mente amplia, entonces la mente no se contamina, sino que se vuelve más pura.