¿Cuándo se inventó y se fabricó el termo?
En las ruinas de Pompeya, en la antigua Roma, los arqueólogos encontraron un recipiente de doble capa. Este recipiente puede ser el predecesor del termo, pero el primer termo auténtico del mundo se llama en realidad "Dewar".
En 1643, los italianos crearon el barómetro de mercurio y propusieron la famosa teoría del vacío. Esta teoría fue de gran importancia para la aparición del termo, pero en los dos siglos y medio siguientes no se inventó ningún termo real.
En 1879, el físico alemán Vine, con el fin de almacenar el gas licuado en el laboratorio, siguió la sugerencia del profesor Hollid y fabricó un recipiente con dos capas de vidrio fino con el vacío en el medio. En 1881 escribió la tesis "La botella vana de Hollid".
En 1890, el químico británico Dunmus Giuard mejoró la botella Wainhoridd al recubrir la pared de la botella con una capa de plata, lo que puede reducir la radiación térmica y ralentizar la pérdida de calor a través del vidrio. Así nació la botella Joal.
El inventor de nuestro termo moderno se llama Sir James Dewar, un científico del Reino Unido, que estudia principalmente líquidos a temperaturas extremadamente bajas.
En 1892, Dewar fue invitado al Instituto Británico de Ciencias para realizar el curso de "Gas Licuado". Para mejorar la enseñanza, antes de ir, le pidió a un fabricante de vidrio llamado Berger que le hiciera un recipiente de vidrio de doble capa y recubriera las dos paredes con mercurio para reducir en gran medida la transferencia de calor. Luego evacuó nuevamente el aire entre las dos capas y apareció el termo. Esta botella sin aire es el termo más antiguo del mundo. Este termo se llama "frasco Dewar". Hoy en día, los primeros productos de vacío de Dewar aún se conservan en el Instituto de Londres en el Reino Unido. En ese momento, Dewar no prestó mucha atención a la invención del termo, pero le dio gran importancia a la teoría de la extracción de aire y solicitó una patente para esta teoría. En 1902, el alemán Berger vio el gran mercado potencial de los termos, por lo que comenzó a venderlos. Dos años después, obtuvo la patente para el termo en su propio nombre. Descubrió que el revestimiento de vidrio de las botellas se rompía con facilidad, por lo que fabricó una carcasa de níquel para protegerlo. Al principio, los termos se utilizaban principalmente en laboratorios, hospitales y expediciones, y luego, poco a poco, se fueron incorporando a la vida cotidiana.
En 1904, Burg, un trabajador que soplaba cristalería en Berlín, realizó una investigación y añadió una funda térmica a la botella de Giuar, de modo que existen en el mercado recipientes que pueden almacenar café caliente o té negro. Desde entonces, han aparecido todo tipo de termos uno tras otro. La gente considera que el efecto de aislamiento térmico del tapón del termo es la peor parte de la botella. Más tarde, la gente reemplazó el corcho por tapones de goma expandida y plástico para mejorar el efecto de aislamiento térmico.