Al mismo tiempo que aporta calor a las personas, el termo también se convierte en un foco de todo tipo de bacterias: si no se limpia a tiempo o se utiliza de forma inadecuada, una gran cantidad de bacterias se esconderán en él.
Diller te recuerda que el callejón sin salida para la salud más fácilmente ignorado de este invierno, el termo, te enseña a poner fin a los peligros para la salud de tus labios.
1. Limpie el termo a fondo una vez al día. Este es el método fundamental para evitar el olor y las manchas peculiares del termo. Al limpiar el termo, no se debe lavar simplemente con agua, sino que se debe cuidar la superficie, el revestimiento y la tapa de la botella.
2. Primero lava el revestimiento y luego la tapa de la botella.
En general, los pasos correctos son:
Coloque una pequeña cantidad de sal en el termo, agítelo con agua tibia y déjelo en remojo durante 5 a 10 minutos;
Retire la tapa, sumerja un poco de pasta de dientes en el cepillo de dientes y cepille suavemente el espacio de la tapa;
Enjuague el interior y el exterior del termo con agua limpia;
No lo cubra inmediatamente después del lavado, séquelo bien y luego cúbralo, para evitar el mal olor del termo de acero inoxidable.